Bienes Raíces: Más que Solo Propiedades
Para comprender adecuadamente el mundo de las inversiones inmobiliarias, es fundamental comprender qué son los bienes raíces o bienes inmuebles y los diversos tipos que existen.
En términos simples, los bienes raíces son aquellos activos que están permanentemente fijos a la tierra y no pueden moverse sin alterar su naturaleza. Esta definición puede parecer técnica, pero es esencial tanto desde una perspectiva legal como financiera.
Según el Código Civil Federal en México, los bienes inmuebles incluyen el suelo, las construcciones adheridas a él, las plantas y árboles mientras estén unidos a la tierra, los frutos pendientes de los árboles y plantas hasta que sean cosechados, y todo lo que esté unido a un inmueble de manera fija sin poder separarse sin causar daño. También se incluyen estatuas, relieves, pinturas u objetos de ornamentación unidos de manera permanente a un edificio, así como otros elementos como máquinas, utensilios, abonos destinados al cultivo, aparatos eléctricos, manantiales, estanques, animales de cría, diques, derechos reales sobre inmuebles y más. Esta amplia definición abarca una variedad de activos y mejoras que pueden ser considerados bienes raíces.
Los bienes raíces se pueden clasificar en diferentes categorías según su naturaleza y uso:
Por su Naturaleza: Incluyen el suelo y subsuelo (por ejemplo, terrenos y minas), así como elementos como el metro o tranvía y edificios.
Por Incorporación: Estos son bienes raíces debido a que están asentados de forma indefinida en el suelo, como las construcciones que se levantan sobre él.
Por su Destino: Estos bienes raíces son mejoras que sirven para incrementar el valor de las propiedades principales, como mejoras realizadas en un terreno o edificio.
Por Analogía: Incluyen elementos que se asimilan a bienes raíces, como las hipotecas que gravan una propiedad.
Por Acceso: Son elementos de mobiliario fijo que forman parte de una propiedad, como puertas, ventanas y reformas.
Por Representación: Estos bienes raíces incluyen escrituras y registros que otorgan la titularidad al propietario y representan sus derechos sobre la propiedad.
Poseer bienes inmuebles conlleva una serie de derechos que pueden variar según la legislación local y los acuerdos contractuales, pero en general, estos derechos incluyen:
Disfrute de Uso: El propietario tiene el derecho de ocupar el inmueble y utilizarlo como residencia principal o secundaria.
Alquiler: El propietario puede alquilar la propiedad y recibir ingresos por concepto de renta.
Donación: Puede ceder el inmueble en donación de manera no lucrativa o temporal para diversas actividades sociales.
Uso Comercial: El propietario tiene el derecho de utilizar el inmueble para actividades económicas o empresariales.
En resumen, los bienes raíces son mucho más que simples propiedades. Son activos fundamentales en el mundo de las inversiones, con diversas categorías y derechos asociados. Comprender estos conceptos es esencial para tomar decisiones informadas en el campo de las inversiones inmobiliarias.
Orlando Vega Avendaño
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